Mezclar computación en nube, cifrado de datos y física cuántica en la misma frase hace que todo nos suene un poco a serie de ciencia ficción con destornillador supersónico, pero no es eso exactamente.
Ahora que la computación en nube es casi de obligado cumplimiento para cualquier empresa o institución que quiera mantenerse al día, se produce una explosión en la investigación sobre seguridad online, ya sea para bien o para mal.
El último ejemplo de esta investigación viene de aunar la programación con la física, y en concreto de acudir a la mecánica cuántica para cifrar de forma más intrincada una gran cantidad de información.
Por supuesto, todo esto sigue lejos de nuestro alcance hasta que a) se construyan ordenadores cuánticos más allá de simulaciones y experimentos y b) las máquinas avancen los suficiente como para no tener un precio prohibitivo, y al menos las grandes proveedoras de servicios en la nube puedan permitírselos bajo la promesa de ofrecer un servicio hiperseguro, aunque caro.
Mientras tanto podemos al menos respirar tranquilos sabiendo que la próxima generación del cifrado de datos ya está en desarrollo, gracias a investigadores de lugares tan diversos como Singapur o Viena, y que han publicado sus hallazgos en la revista Science.
Fuente: Baquia